Sabemos que el aceite de oliva virgen extra, el aceite que fabricamos en nuestro molino, es la variedad de mayor cualidad de todos los aceites. El procedimiento para obtenerlo es similar al que se utiliza para elaborar otros aceites de oliva. La diferencia son los matices, pero son dichos matices los que veréis que dotan a este proceso de un carácter especial. Vamos a explicártelos. Queremos que conozcas el proceso de elaboración del aceite de oliva extra.
La recogida
El primer paso es la recogida de aceitunas, pero ésta debe hacerse con el máximo de cuidado para que lleguen a la almazara en un estado impoluto. Así, las aceitunas que ya han caído al suelo ya no sirven para confeccionar este aceite.
¿Y el transporte?
El transporte también debe efectuarse con la máxima celeridad para evitar que pierda algunas de sus propiedades o adquiera otras no deseadas. Es decir, la agilidad implica garantizar la calidad.
Aceite de oliva virgen extra: zumo premium
Ya en la almazara el proceso podría ser similar también al de otros aceites -las aceitunas se limpian y pasan a las prensas a una temperatura determinada, en la que se obtendrá el aceite a través de un procedimientos mecánicos-, pero aquí surge su principal peculiaridad: el aceite de oliva virgen extra es el que surge de la primera prensada de las aceitunas, lo que podríamos denominar como el zumo premium.
Parámetros de calidad
Pero ¿cómo sabemos si cumple las propiedades para ser un aceite de oliva virgen extra? Para ello, existen dos parámetros: una acidez menor o igual que 0,8º y, en un panel de cata, la mediana del defecto debe ser cero y la mediana del atributo frutado debe ser mayor que cero.
Aceite de oliva virgen extra: Características únicas
Tal como os hemos dicho, tal vez sean sólo matices lo que diferencia el aceite de oliva virgen extra de los otros aceites de oliva, pero veamos cuáles son dichas diferencias:
Respecto al aceite de oliva virgen, éste último tiene alguna imperfección y un grado de acidez superior, que puede llegar hasta los 2º. En relación con el aceite de oliva a secas, el salto cualitativo es muy superior, ya que este último requiere mucha química al tratarse de una mezcla de aceites refinados y una parte de aceite de oliva virgen. Por este motivo, se recomienda su uso para freír alimentos.
Estas serían, a grosso modo, las principales diferencias entre el aceite de oliva virgen extra y los otros aceites de oliva: una elaboración más precisa y cuidada, así como unas propiedades mejores que sus primos. Nuestra recomendación es clara: intenta siempre consumir siempre que puedas aceite de oliva virgen extra, tu cuerpo te lo agradecerá.
¿Sabías que…?
- España es el mayor productor de aceite de oliva virgen extra del mundo, aunque, paradójicamente, los mayores consumidores se encuentran en Grecia, donde el consumo por persona supera los 16 litros al año.
- Podemos distiguir entre dos tipos de este tipo de aceite si nos centramos en el tipo de color. Por un lado, existe el de tonalidad verdosa, cuyos aroma y sabor son más intensos, y el de tonalidad amarilla-oro, cuyos aroma y sabor son más suaves. Ambos, coinciden en la excelencia.
- A la hora de comprar tu aceite debes tener en cuenta, en primer lugar, que el envase que lo contenga debe ser de cristal y de una tonalidad oscura, ya que ésta es la mejor manera de protegerlo de sus dos principales enemigos: el calor y la luz. Por tanto, si el envase es de plástico y transparente provocará que sus excelentes propiedades vayan perdiendo fuerza con una mayor velocidad.
- Una de las mejores opciones de envase es nuestra lata de 1 litro, que preserva de la luz y de los cambios térmicos bruscos. Las encontrarás en nuestra tienda.